A mis padres, les debo la vida y todo cuanto soy y seguiré siendo hasta mi destino final. Quiero agradecer eternamente su esfuerzo y su lucha incansable por alcanzar un sueño feliz, un ideal de hogar y una bella familia unida.No pudieron faltar mis lágrimas cuando escribí estas letras, ni la sensación de soledad que sentí por su ausencia y la tristeza que me embarga por su pérdida irreparable. Llevo grabado por años en mi corazón muchas vivencias que compartimos juntos y todavía las siento como si estuvieran vivas aún.Mis padres nacieron y crecieron en las dificultades de su época, pero jamás se rindieron ante el infortunio y las dificultades del momento. Supieron vencer los obstáculos que se interpusieron en su camino para lograr el objetivo más preciado que tiene un ser humano, su familia. Salieron de su terruño como muchos otros compatriotas, abandonando los campos para buscar nuevas esperanzas. Hicieron peregrinaje por muchos caminos buscando lugares donde asentarse y encontrar mejores expectativas de vida para su rebaño familiar. Durante su recorrido, siempre juntos, añadieron más miembros al grupo y sembraron en nosotros el sentido de pertenencia, honestidad, unión, amor y de lucha por un ideal de familia.
Mis padres, nunca cedieron antes de las dificultades, a veces, insuperables, más no imposible de ser vencidas. Nos inculcaron la constancia y el esfuerzo propio para conseguir nuestras metas. Nos dieron las herramientas útiles para sembrar nuestro propio destino. Nunca interfirieron en nuestras preferencias ni impusieron conductas en nuestras decisiones, solo sirvieron de modelo y de guía para un futuro mejor.
A tí padre, quiero agradecerte tu compromiso, tu constancia y tu lucha infatigable por llevarnos hasta donde hemos llegado. Quiero expresarte un inmenso amor por lo que fuiste en vida y la imagen que dejaste en mí después de su partida. Llevo en mi alma tu bondad, tu comprensión en los momentos difíciles. El estar allí presente cada día cuando más te necesité. No tengo palabras para expresar mi eterno agradecimiento por el amor que me profesaste y las enseñanzas que me dejaste. Tu modelo lo tuve presente en cada segundo de mi existencia y fue mi guía en el camino que he recorrido.
A ti madre, te agradezco eternamente por darme la vida y enseñarme a vivir. Bendigo el abrigo y la calidez de tu vientre materno y el día maravilloso cuando me diste la luz. Las horas infinitas en que tu mano guio mi niñez y tu tiempo incansable para enseñarme a crecer. Bendigo la luz de tus ojos que iluminaron mi camino hasta donde te permitieron ver. Y por último, agradecerte eternamente, todo cuanto de ti aprendí: aprendí que la vida es lo que yo pienso y hago de ella, que mi camino lo hago solo al andar y que cada paso que doy está marcado por mis valores, tus enseñanzas y por lo que yo mismo decidí crear cada minuto de mi existencia.
Aprendí que nada es fácil ni eterno como yo quisiera, que la constancia y la dedicación me llevarán hasta el final del camino. Que algún día tendremos que despedirnos de los seres queridos, unos que se van con retorno, y otros, porque no regresan, sin embargo, con el dolor a cuesta, debo continuar el camino.Aprendí de que soy responsable de todo cuanto hice o dejé de hacer: de mis errores y mis aciertos, que todo estará escrito en las páginas de mi vida, y no podré borrarla, aunque quisiera, una parte de lo ya vivido.
A ti madre, allí donde estés, en algún lugar del universo infinito, agradezco eternamente tu lucha infatigable por una vida mejor, el amor incondicional que profesaste a tus hijos y la fe que siempre tuviste para superar los obstáculos y los infortunios de la vida.
Solo me resta decir, que algún día, cuando me sienta cansado y sin fuerzas para continuar, detendré mi marcha, y antes de que se oculte el sol, miraré atrás para darme cuenta de la senda que jamás he de volver a pisar y que si concluye algo, para mí aún sigue, porque veré la nueva semilla crecer y el árbol dar su fruto.
A MIS PADRES
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