UN ANTES Y UN DESPUÉS

 


La pérdida de un ser querido, la ruptura de una 

relación de pareja, una enfermedad, la jubilación;

son unos de los tantos acontecimientos vitales que 

dejan huellas en nuestra vida, pero también nos permiten

conocer nuestra capacidad de afrontar la adversidad  

que nos permite crecer como persona.  

                            Muchas personas se quedan varadas en el tiempo, atrapadas

en un antes que no les permite cambiar ni vislumbrar un después.

Otras por el contrario, lloran su pérdida , cierran 

la herida  y comprenden, que la vida no termina allí,

que los cambios generan incertidumbre y a veces son 

dolorosos, pero necesarios para crecer como persona.


"El primer paso no te lleva donde quieres, pero te saca 

de donde estás"


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