ENCADENADO AL PASADO

 

 "El error es mirar lo de ayer con los ojos de hoy, querer que las cosas vuelvan  a ser igual, cuando tu ya no eres el mismo"


Podemos recordar el pasado y sentir nostalgia por algún lugar, momento o situación vivida; pero mantenerse anclado en un recuerdo de algo o alguien que ya concluyó, es vivir arrastrando la sombra de aquel ayer que dejó una pena, un dolor, que no hemos querido o podido superar. Es vivir encadenado al pasado con una herida abierta, que no ha podido ni querido cicatrizar y que en cada gota de sangre se nos va la vida tratando de recuperar lo perdido o de querer olvidar.

Encontrarse con alguien después de muchos años, observar su imagen y darte cuenta que los años cambiaron su rostro y su figura. Sentir que aquel dolor que dejó la triste despedida ya no existe, es sentir el alma libre y un corazón abierto a nuevos sentimientos, es perder el miedo a los escombros de un amor de ayer. Pero si aun existe alguna inquietud dentro de ti por aquella imagen o aquel recuerdo que dejó una huella en tu corazón. Si al verla nuevamente y observas los cambios que los años le dejó, y aun así, te niegas aceptar la realidad presente e insistes en continuar la búsqueda de aquel recuerdo que no has podido olvidar, entonces, hay algo en lo más profundo de tu ser: una huella de tristeza, de dolor o rabia que nos has podido extirpar y te mantiene atado a un pasado que no has podido o no has querido olvidar.

Si llevas culpa, tristeza, miedo o resentimiento, por algo que no te permite vivir en paz y no logras vislumbrar otros caminos de felicidad; entonces, vuelve la mirada atrás y te darás cuenta del tiempo que no podrás recuperar. Pero si quieres seguir hurgando en tu pasado y buscar el momento cuando sucedieron los hechos que dejaron huellas, que no has podido ó no has querido borrar, pero que te mantienen atado al fantasma de un ayer que no te deja avanzar, entonces, espera un momento de sosiego, cierra los ojos por instante y busca en tu mente aquella imagen que marcó tu vida y que sigue ocasionado dolor. Cuando la encuentres, observa tu reacción.

—¿Qué sientes dentro de ti? —¿Miedo, tristeza, ira.?

—Eso que estás sintiendo es lo que te mantiene atado a un pasado que ya no existe. Es la verdad que andas buscando y que tal vez no quieres aceptar.

Ahora que ya sabes cuál es la causa de tu sufrimiento, tú decides que hacer para aliviar tu tormento, quedarte llorando o abrir tu corazón a un nuevo y más noble sentimiento.

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