RANCHERO


 PREÁMBULO
La historia del remoquete “Ranchero” se inició desde el mismo momento en que mi madre estaba embarazada. Durante la gestación, hacia finales del año 1938, mi madre quiso ver la película "Allá en el Rancho Grande" que la presentaban como estreno en los cines de Altagracia de Orituco, cercano a mi pueblo natal. Esta película mexicana estaba de moda y la gente se agolpaba a las puertas del cine para ver el éxito cinematográfico de ese entonces. 
El protagonista de la película era Tito Guizar, actor y compositor mexicano de los años treinta. Finalizada la película, mi madre quedó tan gratamente impresionada por Tito, a quien llamaban en la escena José Francisco el “Ranchero”, que le comunicó a mi padre su deseo que me registraran con el nombre de Tito o José Francisco como el interprete de la película. Mi padre se negó rotundamente a los caprichos de mi madre, y con sumo disgusto, que en criollo significa (muy arrecho) impuso el nombre de Ramón Eladio.   
Mi madre enfureció e inició una trifulca ante la negativa de mi padre. Al final, cuando yo nací, me registraron como Ramón Eladio, en honor a mi abuelo paterno.  Mamá, no se quedó con esa, y ante la imposición de mi padre, me colocó el remoquete de “Ranchero” la comadrona  que atendió el parto, con mi madre se alió en la escaramuza y formó parte de aquel conflicto. Desde ese momento, el apodo “Ranchero” se conoció en todo el pueblo que me vio nacer. Como dice el dicho venezolano "pueblo pequeño, infierno grande" y así me conocieron amigos y familiares".  
Desde el mismo día de mi nacimiento, mi madre me llamaba por el remoquete. Mi padre en cambio, me llamaba Ramón Eladio. Al final, me registraron en la jefatura civil de San Rafael con el nombre de “Ramón Eladio” como mi abuelo paterno, sin embargo, mi madre, rechazó ese nombre para mí y por ello me llamaba “Ranchero” cuyo apodo lo llevé siempre. 
A medida que fui evolucionando, Ranchero fue creciendo conmigo. En la adolescencia, las nuevas amistades y otros familiares se unían al coro de mi apodo. Cuando incursioné en la etapa adulta e ingresé a la universidad evité siempre que mis compañeros se enteraran del apodo que yo tenía. Ya graduado de médico, el apodo Ranchero fue desapareciendo, solo algunos familiares y amigos de infancia adolescencia conocían el personaje.  
RANCHERO
Ranchero, es un apodo, sobrenombre o remoquete que mi madre me colocó. Transcurría el año 38 y mi madre por séptima vez embarazada quedó y como antojo del momento quiso ver la película "Allá en el Rancho Grande" que Tito Guizar interpretó, un galán mexicano de los años treinta del cual mi madre se enamoró. 
Tito en la película lo llamaban José Francisco “El Ranchero” y a mi madre ese nombre le impresionó. Finalizada la película a mi padre le comunicó que el bebé llevaría por nombre José Francisco o Tito. Mi padre respondió, ese nombre para mi hijo NO. Se llamará Ramón Eladio como su abuelo, entonces, mi madre enfureció y la trifulca por mi nombre entre ellos comenzó.  
Cuando nací en San Rafael de Orituco en marzo del año 39, Bernardina, fue la comadrona que en el parto la asistió, pero se alió con mi madre en la escaramuza y a escondida de mi padre, el remoquete del Ranchero por todo el pueblo propagó, desde ese entonces, amigos y familiares por el apodo me conoció. Mi padre no se molestó y con calma y cordura en la bajadita la esperó porque el día  de la presentación el nombre Ramón Eladio se registró. 

Mi madre tampoco se disgustó, porque entre amigos y familiares ya el apodo se extendió. Mi madre me llamaba Ranchero y me padre Ramón Eladio. La pelea entre ellos empatada quedó, ambos quedaron satisfechos y felices los dos. Este que le cuenta la historia por ver felices a mis padres, que me llamaran Ramón Eladio o Ranchero no me importó. Así termina la historia del apodo con el cual mi madre me bautizó.




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