¿AMIGO O ENEMIGO?




 

“El miedo no siempre grita: a veces susurra, se disfraza de amigo y camina a nuestro lado.” — R.B.M.


 Es mi amigo, porque nació y creció conmigo. Me acompaña a todas partes, me protege ante el peligro, me prepara para enfrentar al enemigo y me enseña cuándo luchar… o cuándo huir si ya he perdido.

Es mi sombra, no lo niego. Aparece en cualquier lugar, en cualquier momento. A veces no sé por qué lo siento, pero lo reconozco por el latir acelerado de mi corazón y por ese aliento que se me escapa sin razón. 

Es mi enemigo, porque domina mis pensamientos y me agobia con mentiras y presentimientos. Es una amenaza constante, sin causa aparente, que me llena de ansiedad y nubla mi mente. No tengo paz ni sueño tranquilo, porque este miedo irracional, desde mi infancia, vive escondido.

 No sé por qué me ha escogido para martirizar mi vida como castigo. Quizás sea la ira que guardo dentro, que no me deja expresar lo que siento. O tal vez sea ese yo oculto, que se disfraza para evadir responsabilidades o para mendigar afecto y protección. 

¿Es amigo o enemigo? Que alguien me diga… ¿Por qué siempre el miedo anda conmigo? 

🧩 Epílogo

El miedo camina conmigo, sí… pero también me revela quién soy cuando todo tiembla. No siempre es enemigo, ni siempre es amigo. Es parte de mí, como la sombra que no se despega, como el eco que me recuerda que estoy vivo.

Quizás no se trata de vencerlo, sino de entenderlo, de escucharlo sin dejar que me gobierne. Porque en ese diálogo silencioso entre lo que temo y lo que soy, puede nacer la paz que tanto busco. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario