MI RETORNO

No me voy, estoy de regreso. Llegué aquí hace mucho tiempo e inicié mi camino con los píes descalzos. Crecí de la mano de quienes con amor me dieron la vida e iluminaron mi sendero, de aquellos que una vez estuvieron y hoy no están presente, de quienes regresaron y me dejaron la huella imborrable de la herencia para prolongar su vida. Recorrí el camino guiado por mis valores y creencias, y por todo aquello, que yo mismo decidí crear cada minuto de mi existencia. Encontré espinas durante mi marcha, pero jamás fueron obstáculo, porque en la misma rama creció la flor que me brindó una razón para seguir. 

Tuve hijos y con ellos la esperanza de perpetuar la huella de mis pasos. Caminé a su lado un largo trecho, los amé y los guié hasta donde mis ojos pudieron ver. 

Sembré un árbol que me dio paz y sombra en los ratos de pausa, creció con el tiempo y dio sus frutos. 

Escribí un libro, una ventana al pasado y un legado al mañana de todo cuanto hice y deje de hacer, de mis alegrías y mis tristezas, de mis errores y mis aciertos; y todo cuanto humanamente pude hacer para brindar felicidad a mis seres queridos. 

Hoy ya no estoy aquí, estoy de retorno al mundo de la eternidad, caminaré sobre las nubes hacia donde no existe el tiempo y el espacio. Allí estaré nuevamente con los que ayer se fueron. No digo adiós porque sigo existiendo en todos aquellos donde dejé  una parte de mí y quienes dispersarán su semilla por los siglos de los siglos.