CUANDO TE ENCONTRÉ

Preámbulo 

Cuando te encontré narra la historia de una época de mi vida cuando viví la dolorosa separación de mis hijos  a consecuencia de la pérdida de mi segundo hogar y la vivencia  en carne propia de un secuestro a manos del hampa, ambos acontecimientos ocasionaron en mi persona un trastorno de estrés post traumático, que generó alteraciones emocionales en mi persona, cuya manifestaciones de irritabilidad y hostilidad interfirió con la sana convivencia en mi relación de pareja con Merche, quien en todo momento soportó mi mal humor. La pronta y sabia intervención de mi hermano Watson logró que yo tomara conciencia de mis acciones y buscara ayuda profesional para estabilizar mi estado anímico. Fueron momentos muy difíciles y dolorosos para Merche, pero hoy felizmente superados

 

Cuando te encontré estaba yo perdido en la nostalgia y corriendo tras el viento añorando un pasado que solo existía en mi pensamiento. 
Me encontraba anclado en un ayer tras muchos años de navegar sin rumbos buscando un refugio y calor a las cobijas frías de aquellos tiempos. Un afecto que aliviara la tristeza y diera compañía a la soledad que sentía cuando despertaba cada mañana y notaba la ausencia de los seres que quería. 

Cuando llegué a ti, llegué en el viejo barco que un día de añoranza dibujé y cuando iniciamos juntos un nuevo camino, una hermosa tarde te lo regalé. Desde ese entonces hasta el sol de nuestros días ese cuadro se encuentra  colgado en la pared. 

Ese barco abandonado en la arena de una playa solitaria con la madera ennegrecida y el ancla corroída por el tiempo, era yo, reflejando la soledad y tristeza que sentía  en aquel momento  
Han pasado muchos años de aquel primer encuentro cuando por efecto de unas pocas copas de vino, nuestras vidas se vieron tan iguales que decidimos andar juntos el mismo camino. Construimos un nido con los tuyos y los míos al comienzo pero al llegar el feliz nacimiento de lo esperado, anduvimos juntos para siempre con los tuyos, los míos y lo nuestro. 

Cuando miro aquel barco  que un día dibujé, me llegan los recuerdos del feliz día cuando te encontré. Desde ese momento se borró para siempre la nostalgia que sentía y detuve la carrera tras el viento en busca de un recuerdo que añoré. 

Hoy seguimos juntos después de muchos años de aquel encuentro, ahora con el nido vacío y lleno de sentimientos. Tan solo nos queda contemplar los años pasar y la nueva semilla crecer de los tuyos, los míos y lo nuestro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario